revista de la asociación española de medicamentos genéricos AESEG
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en genérico
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L
a frase corrió como la pólvora en su
día y trajo cierta polémica. La dijo un
coordinador de
Médicos Sin Fronteras
(MSF)
en
Centroamérica
cuando se
negociaban los tratados de libre comercio
con
Estados Unidos
. Su argumento
era que algunas propuestas como las
de aumentar 5 años más o menos de
exclusividad de datos o de protección de
patentes, con el consiguiente bloqueo a
la comercialización de genéricos, para los
negociadores podía suponer una simple
diferencia técnica a discutir, pero para
muchísimos pacientes con enfermedades
crónicas, 5 años más o menos, eran “la
diferencia entre la vida y la muerte”.
Entre la vida y la muerte. Muchos dijeron
que se trataba de una exageración. Pero
no sólo había datos que lo corroboraban,
sino precisamente las vidas y muertes de
miles de pacientes y de otros compañe-
ros de camino en una lucha a la que aún
le quedan muchas batallas.
Datos: en el año 2000, una terapia común
de antirretrovirales costaba más de 10.000
dólares por paciente al año. En el 2002,
gracias a la comercialización de genéricos
(en sumayoría procedentes de India y pre-
cualificados por la
OrganizaciónMundial
de la Salud –OMS-
), el precio de esa misma
terapia se redujo a pocomás de 100
dólares por paciente al año. Que se sepa,
ninguna farmacéutica quebró a causa de
ello, y por el contrario se hizo posible que
millones de pacientes de sida en países en
desarrollo siguieran viviendo.
Vidas: las de millones de personas como
Guillermo, un costarricense que vive
plenamente bajo la terapia antirretrovi-
ral de genéricos. Su compañero no tuvo
la misma suerte. Murió hace algunos
años, cuando los precios eran el mayor
obstáculo para que personas como él
pudieran tratarse.
Vidas: las de miles de madres seropo-
sitivas en
Zimbabue
que gracias a los
programas de prevención materno-infan-
til con terapia antirretroviral han hecho
posible que sus hijos nazcan sin el virus.
A su lado, cientos de miles de huérfanos
atestiguan el drama de la falta de acceso
que sufrieron otras madres. Un país
como Zimbabue depende de los genéri-
cos para dar sostenibilidad a su programa
de lucha contra el sida.
Y a su vez, una organización humanitaria
como MSF no se mete a pelear por la de-
fensa del acceso a genéricos porque sí. Ni
tampoco se enfrenta a alguna multina-
cional farmacéutica como si de una lucha
“anticapitalista” se tratase. Como provee-
dor de servicios médicos en contextos de
crisis humanitarias, priorizamos la aten-
ción de calidad y accesible para que nues-
tros pacientes puedan seguir viviendo.
Y por esa razón, hemos atestiguado que
la comercialización de genéricos ha sido
uno de los instrumentos más eficaces
para la reducción de precios y el aumento
del acceso a medicamentos vitales.
En el horizonte persisten las
sombras que amenazan con
dar marcha atrás a todo lo
conseguido hasta ahora. La
demanda de la farmacéutica
Novartis contra la
ley de
patentes de India
(que afor-
tunadamente no prosperó) o
las cláusulas para favorecer
un mayor monopolio de la
industria de marca en los
nuevos tratados comercia-
les como el que se negocia
actualmente entre la UE e India o entre
11 países del Pacífico. Todo ello, junto al
elevadísimo precio de los fármacos de
última generación, supone un riesgo aún
mayor que se entreteje con un
lobby
cada
vez más fuerte y activo.
Es cierto que las compañías farmacéu-
ticas multinacionales han dado algunos
pasos para colaborar en los esfuerzos
para el acceso a medicamentos y diag-
nósticos en países en desarrollo. Estas
compañías son parte del problema y
también de la solución. Pero no hay que
confundirse. La solución no pasa por
donaciones o por la buena voluntad del
CEO de turno. Se necesitan mecanismos
legales que apliquen con rotundidad en
los países (como demostró la decisión
reciente de los tribunales indios) el
espíritu de la
Declaración de Doha
de
2001 y de los
Acuerdos ADPIC
: que la
salud de los pacientes debe estar por
encima de los intereses económicos.
Ésa es la verdadera diferencia entre la
vida y la muerte.
tribuna
Genéricos entre la vida y la muerte
Javier Sancho Más
Responsable de
Información
Médicos Sin Fronteras
o
pinión
“
La salud de los pacientes
debe estar por encima de
los intereses económicos
”