REVISTA EN GENÉRICO NUMERO 29

SERIES Better call Saul : más allá de la sombra de Breaking Bad S i hay un producto televisivo que en los últimos años ha marcado una época y que para muchos es un top-5 entre las series de televisión, ese es Breaking Bad (AMC). Una maravilla de Vince Gilligan (62 episodios, cinco tempora- das) que catapultó la carrera de Bryan Cranston , hasta entonces conocido solo por su papel en Malcolm in the middle . La metamorfosis de Walter White , profesor de química en un instituto de Albuquerque (en Heisenberg), elaborador de la mejor metanfetamina ( blue-meth ) de Nuevo México, todo a raíz de un cáncer terminal de pulmón que ponía fecha de caducidad a su vida, entró en el Olimpo de las series (118 premios, entre ellos un buen puñado de EMMY y Globos de Oro) y situó a sus dos personajes principales, White y Jesse Pinkman (Aaron Paul) , su compa en el tráfico de meta , en iconos de una generación. Tras White y Pinkman despuntaban secundarios/principales estupendos que, como Augusto Pérez en la Nívola de Miguel de Unamuno , cobraban vida propia de su mano. Ahí estaban Saul Goodman ( Bob Odenkirk ), peculiar abogado de White; Gus Fring ( Giancarlo Esposito ), dueño de los restaurantes Los Pollos Hermanos, tapadera de la red de distribución de meta ; Mike Ehrmantraut ( Jonathan Banks ), un ex policía al estilo Señor Lobo de Pulp Fiction que soluciona problemas “limpiamente”; o los miembros de clan de los Salamanca (el tío Héctor y los primos Joaquín , Tuco , Leonel y Marco ), elementos peligrosos del cártel de Juárez de los que asustan hasta los andares. Todos dan forma a la precuela de Breaking Bad (transcurre seis años antes), Better call Saul (AMC y también made in Gilligan, en colaboración con Peter Gould ). Esta spin-off logra algo inusual: superar a la serie original (como cuando Fraiser abandonó la barra de Cheers ), algo muy difícil al hablar de una de las grandes. Si en Breaking Bad hay un “volverse malo” exprés, un inofensivo profesor se transforma de la noche a la mañana en el rey de la meta para asegurar el futuro económico de su familia a su muerte, el camino que sigue Jimmy McGill , un joven de Illinois con un pasado trufado de pequeñas estafas, hasta transfor- marse en el abogado amoral Saul Goodman ( it’s all good, man ), se cocina poco a poco. A fuego lento, a ritmo de pequeñas y dolorosas caídas y grandes decepciones. Rescatado del abismo de la cárcel por su hermano mayor, Chuck McGill ( Michael McKean ), socio del bufete HHM y aquejado de hipersensibilidad electromagnética, Jimmy nunca encaja (o no lo dejan) en el mundo de los grandes despachos: su hermano lo minusvalora y otro de los socios de HHM, Howard Hamlin ( Patrick Fabian ), su némesis, lo opaca. La relación amor odio entre ambos hermanos provoca una Divina Comedia (Dante Aligheri) inversa -Paraíso, Purgatorio e Infierno- y la transformación de Jimmy en Saul. Una bajada a los infiernos que se lleva por de- lante a Chuck, a Hamlin y a la prometedora abogada, ancla moral y sustento carnal de Jimmy, Kim Wexler ( Rhea Seehorn ). La trama, como la mano de Eric Clapton en Cocaine , es lenta pero demoledora. Junto al paso de Dr. Jekyll a Mr. Hyde, dis- curre al mismo ritmo (a “velocidad cucha- ra” en Thermomix) otra trama: el ascenso de Fring como elefante blanco del tráfico de meta , siempre de la mano del fiel Mike. Héroes y antihéroes que se entremezclan para llegar a una meta (esta sin cursiva): Breaking Bad , un síndrome que explica que hay actos de violencia que comete el ser humano que son fruto del deseo de hacer el bien. ¿Se cruzarán los universos de ambas series y aparecerá White en Better call Saul ? La respuesta está en la ya anunciada quinta temporada. Los créditos iniciales… ¡Una maravilla! Esta spin-off ha logrado algo inusual: superar a la serie original (como cuando Fraiser abandonó la barra de Cheers), algo muy difícil al hablar de una de las grandes Juan Nieto Director de Comunicación FEDIFAR en Twitter: @johnjohn1600 www.aeseg.es 27 NÚMERO 29 | ABRIL 2019 .. cio o

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