REVISTA EN GENÉRICO NÚMERO 32

Red de seguridad El informe elaborado por SILO Science & Innotavion Link Offi- ce , ‘ Impacto de la industria de medicamentos genéricos en la economía española ’ , pone negro sobre blanco datos objetivos que confirman el papel del sector como motor industrial gene- rador de un crecimiento económico estable. En una situación precaria en términos de rentabilidad, este ha sido capaz de asegurar el suministro nacional de fármacos garantizando el acceso a los tratamientos de manera costo eficiente y ha continuado contribuyendo positivamente al producto interior bruto (PIB). En los últimos cuatro años, los laboratorios de medicamentos genéricos invirtieron en España 540 millones de euros e incrementaron en un 27 por ciento el número de trabajadores. Y, si bien es cierto que nadie estaba preparado para afrontar una situación de la magnitud de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, no lo es menos que el sector de los medicamentos genéricos ha sabido adaptarse y dar respuesta a las necesidades del sistema sanitario de manera rápida y eficaz desde el primer momento. Y lo ha hecho garan- tizando la sostenibilidad del sistema y permitiendo que con el mismo presupuesto se pueda tratar a más pacientes. Sin duda, la industria de medicamentos genéricos en España se ha convertido en una suerte de red de seguridad sanitaria, económica y social para el país. Si algo nos ha enseñado este atípico año es la importancia de disponer de un amplio vade- mécum de medicamentos genéricos a través de una industria farmacéutica nacional fuerte y comprometida con la salud de la población y con el sistema sanitario, pero también con el PIB del país. El 75 por ciento de los medicamentos genéricos dispensados y financiados con cargo al Sistema Nacional de Salud se fabrican en nuestro país. Desde el inicio de la crisis sanitaria, el objetivo fundamental de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG) ha sido –y es– la colaboración y cooperación con las adminis- traciones sanitarias. Y seguirá siendo así, pero toca ya abordar la definición y posterior desarrollo de políticas farmacéuticas adecuadas a la realidad; una realidad que ha mostrado –sin lugar a equívoco– que los medicamentos genéricos comple- mentan de manera útil a los medicamentos innovadores. Son un aliado del que no se puede ni se debe prescindir. No nos lo han contado, lo hemos vivido. Lo estamos viviendo. Aunque la pandemia sigue sin darnos tregua, se hace necesaria de manera inminente una reflexión profunda por parte del Gobierno y de las administraciones sanitarias sobre el valor de los medicamentos genéricos y la indus- tria que hay tras ellos. El sector se encuentra desde hace años en una situación complicada, fruto de un crecimiento estancado y la reducción constante de sus márgenes de beneficio, y los tiempos que vienen no serán fáciles. Si no queremos que la red de seguridad sanitaria, social y económica que el sector ha ido tejiendo a lo largo de las últimas dos décadas se rompa, es imprescindible adop- tar ya medidas que aseguren unos umbrales mínimos de rentabilidad que no comprometan su viabilidad futura ni su papel estratégico. La realidad del día a día desde el pasado mes de marzo mues- tra la importancia de contar con una industria de medicamen- tos genéricos local de primera línea con capacidad para garan- tizar el suministro y abastecer el mercado teniendo en cuenta las necesidades imperan- tes en cada momento. Aprendamos de lo que esta crisis sanitaria nos está enseñando y preparémonos para el futuro. Las propuestas ya están sobre la mesa. Raúl Díaz-Varela Presidente Asociación Española de Medicamentos Genéricos www.aeseg.es | 3 editorial NÚMERO 32 | NOVIEMBRE 2020

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