REVISTA EN GENÉRICO NÚMERO 34

os libros de memorias se ca- racterizan por una selección y un maquillaje de los recuer- dos, y son a menudo una he- rramienta para ponerse en paz con uno mismo. Si el autor es diplomático, se añade un elemento más, pues hay cosas que no puede contar, aunque quiera; y cosas que tiene que relatar de acuerdo con los intereses de su país, aunque conozca detalles que corregirían su versión. No obstante, las memorias de un diplomático aportan siempre datos útiles sobre hechos históricos vividos personalmente, la sociedad y cómo se han tomado decisiones políticas trascendentales. El historiador Carlton J. H. Hayes fue em- bajador de Estados Unidos en España entre 1942 y 1945, años especialmente duros. Hacía tres años que había finalizado la Guerra Civil, estaban Europa y medio mun- do en plena Guerra Mundial, y la Alemania nazi y los aliados (EE.UU. y Gran Bretaña) tiraban del régimen de Franco. Los prime- ros para que España entrará en la guerra como aliada de Hitler y facilitará el control del Estrecho de Gibraltar; los segundos para impedirlo, para lo que gastaron cientos de millones de dólares en sobornos a jefes políticos y militares monárquicos recelosos del poder de la Falange en aque- llos momentos. Además, Madrid era un avispero de espías, refugiados franceses huidos de la ocupación alemana, judíos en busca de salvación y desertores de varios países. Ese es el mundo en que se mueve Hayes, católico norteamericano que simpatizaba con Franco por haber evitado la revolución (por eso fue elegido para el puesto de Ma- drid), pero defensor de una legalidad que, en ese entonces, quedaba lejos de España. Son ilustrativos sus encuentros con Fran- co, sus iniciativas y sus opiniones sobre una época que, a pesar de todo, está poco estudiada. ara destacar como estable- cimiento de cinco estrellas dentro de la cada vez más competida plaza hotelera de Madrid hay que dar muy bien de comer. Y, a poder ser, contar con la ayuda de un chef de relumbrón que atraiga tanto a los clientes del hotel como a los que no lo son. El Four Seasons abrió en 2020 con la propuesta gastronómica de Dani García . El Mandarin Oriental Ritz Madrid ha hecho lo propio este año con restaurantes supervisados por Quique Dacosta . Y el Gran Hotel Inglés, que reabrió en 2018, ha seguido sus pasos llamando a Fernando Pérez Arellano para que ejerza de asesor culinario. Arellano tampoco es nuevo en Madrid, aunque abandonó la capital para instalar- se en Mallorca, llevándose su restaurante Zaranda primero al hotel Hilton Sa Torre (ahora Zoëtry Mallorca), luego al Castell Son Claret y después al Es Príncep, donde goza de dos estrellas Michelin. Ahora llega a Casa Lobo para deleitar con rece- tas tradicionales de la región a un precio medio de 45 euros. La idea del chef es convertirlo en una versión actualizada de las casas de comida antiguas de la capital. Puedes esperar platos como el paté fino de ave y foie gras al Oporto con pan de pueblo y unos callos a la madrileña. Y más de 400 referencias de vinos, en su mayoría españoles. Todo muy castizo, pero con mantel de hilo. EL RESTAURANTE EL LIBRO P L ANA FRANCO Periodista experta en lujo El Madrid castizo de Casa Lobo Aquellos tiempos duros JULIO TRUJILLO Periodista y crítico literario MISIÓN DE GUERRA EN ESPAÑA de Carlton J. H. Hayes Editorial PUZ (2018) 385 páginas www.aeseg.es | 28 CASA LOBO C/ Echegaray, 8. Madrid.

RkJQdWJsaXNoZXIy MzA4NDQ=