REVISTA EN GENÉRICO NÚMERO 35

ay lugares reconocibles de un primer vistazo, incluso aunque nunca se haya estado en ellos. Ese es el caso de la mítica Times Square que, con sus carteles luminosos encendidos las 24 horas del día, hoy es el centro neurálgico del Midtown West y el corazón de Manhattan . Un órgano que bombea a millones de turistas y nativos por las arterias de Broadway y la Séptima Avenida y que, sin embargo, hace medio siglo escupía otro tipo de personajes: prostitutas que gastaban tacón y salud en la 42nd Street, violentos chulos apoyados en sus customizados pimpmobiles , dealers de Hell’s Kitchen “transaccionando” en las esquinas, policías con la palabra corrupto en sus placas, mafiosos italoamericanos (los Gambino de toda la vida)… Una fauna que pululaba en un ecosistema de peep shows de salubridad más que cuestionable, hoteluchos de lúgubre pasado y oscuro presente, cines X donde lo de menos era la película y locales nocturnos de dudosa reputación y peor clientela. Un estercolero nada que ver con los 27 peldaños de las Red Stairs, la gran pantalla del Marriot Marquis, los donuts de Krispy Kreme o el nacked cowboy que da la turra en la actual Times Square. La que nos rega- la The Deuce (Las crónicas de Times Squa- re), una serie para HBO de David Simon y George Pelecanos (cerebros de The Wire o Treme ), es la que reflejan películas como Midnight cowboy ( John Schlesinger , 1969) o Taxi driver ( Martin Scorsese , 1976). Tres temporadas (25 capítulos) que muestran la transformación del degradado corazón de Manhattan a través del negocio del sexo: prostitución, pornografía y mafia. Cogemos el DeLorean, nos trasladamos a la Nueva York de 1971 y arrancamos con una escena que deja claro de qué habla- mos: dos proxenetas, Reggie Love ( Tariq Trotter ) y C.C. ( Gary Carr ), esperan en la Port Authority Bus Terminal el desembarco de jóvenes recién llegadas a Nueva York en autobuses interestatales para enrolarlas en su plantilla de trabajadoras de The Deuce (dos pavos). Es el inicio de una ficción setentera, un nuevo microcosmos made in Simon , basada en la historia real de dos gemelos que empezaron encargándose de bares propiedad de la mafia, para terminar dirigiendo lupanares de los mismos dueños y participar en las primeras producciones X. Los gemelos Vincent y Frankie Matino ( Ja- mes Franco ); el Hit-Hat, bar regentado por el primero y que es la fuerza centrípeta que atrae a la gente de mal vivir de The Deuce ; y Candy ( Maggie Gyllenhaal ), una prostituta autónoma con más horas de vuelo que un Boeing 777 y que ve en el porno la vía de escape de la acera de la 42nd Street, son las piezas clave del nuevo cubo de Rubik de Simon. Un puzle en el que tiene un peso especial Lori ( Emily Meade ), personaje alfa y omega: prostituta, estrella porno, cocainó- mana… Víctima de todo y de todos. La industria del porno sale del underground . Se estrena la primera peli gay, Boys in the sand ( Wakefield Poole , 1971) y la famosa Deep throat ( Gerard Damiano , 1972). Lo que era mercado negro ahora es accesible para el gran público. The Deuce muta y con él sus personajes, el dinero pasa de la calle a los burdeles y a los estudios de grabación. Nuevos tiempos: desaparecen los chulos setenteros y la mafia se queda con todo el negocio (“ it’s strictly business ”). Estamos en la segunda temporada (1977), todo progresa adecuadamente con la misma materia prima: mujeres explotadas. Se ramifican las tramas que han estado en segundo plano: reivindicaciones de un colectivo homosexual que sale de la clandestinidad, movimientos feministas, irrupción del sida, escaramuzas inmobilia- rias para gentrificar la zona, mucha más droga… Llegamos a las Navidades de 1984, la tercera temporada. Todo cambia y el cas- tillo de naipes cae. El porno evoluciona con las videocámaras domésticas y los repro- ductores de VHS, la industria se transforma y devora a sus estrellas, como Saturno a sus hijos. Hay quien se adapta, pero… The Deuce ya no existe, ha desaparecido y, con él, toda su gente. Nadie se acuerda de lo que fue. Termino resaltando la banda sonora de la serie y, sobre todo, los tres temazos de los créditos de cada temporada: If There’s a Hell Below We’re All Going to Go ( Curtis Mayfield ), This Year’s Girl ( Elvis Costello con la voz añadida de Natalie Bergman ) y un remasterizado Dreaming ( Blondie ), así como el machacón Assume The Position ( Lafayette Gilchrist ) con el que nos vamos a negro. LA SERIE The Deuce: la evolución de Times Square JUAN NIETO Director de Comunicación FEDIFAR en Twitter: @johnjohn1600 THE DEUCE NOS LLEVA A LA TIMES SQUARE DE PELÍCULAS COMO ‘MIDNIGHT COWBOY’ (JOHN SCHLESINGER, 1969) O ‘TAXI DRIVER’ (MARTIN SCORSESE, 1976) H ocio www.aeseg.es | 29

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