REVISTA EN GENÉRICO NÚMERO 36

l poder cambia de manos fue escrito en dos meses, en el verano de 1952, y publicado y premiado en 1953, tras haber pedido el escritor asilo político en París, para protegerse de la dictadura comunista de su país, Polonia. Milosz, posteriormente Premio Nobel de Literatura , describe la vida en la Varsovia de 1944, en las dramáticas semanas en que el Ejército Rojo esperaba en los suburbios de la ciudad a que las tropas alemanas acabaran con la resistencia polaca, en la misma lógica con que, cinco años antes, se habían repartido, Hitler y Stalin, el territorio polaco. La sociedad polaca asistía al traspaso de poderes de los criminales nazis a los criminales co- munistas vestidos de liberadores y arro- pados por la propaganda, la ignorancia y la complicidad de no pocos intelectuales europeos que mantuvieron sus posicio- nes hasta la caída del muro de Berlín, con excepciones que aún miran hacia Corea del Norte y La Habana. Este libro gana actualidad ahora que la guerra en Ucrania rememora aquellos fan- tasmas de la historia de la Europa oriental, la permanencia de la ambición del imperio ruso al margen del régimen que la gobierne y la tragedia de aquellas sociedades. El propio escritor es un ejemplo de ello. Nació en la Lituania que entonces pertenecía a la Rusia zarista, en una familia de cultura po- laca heredera del Gran Ducado de Lituania y de dominios polacos, y vivió los aconteci- mientos que novela. Milosz hace asistir a los protagonistas a las luchas internas entre resistentes antina- zis que quieren restaurar la democracia en Polonia y los que quieren importar la revo- lución rusa y, en medio, grupos nostálgicos del imperio polaco que se oponen a unos y a otros, y todo en un escenario de hambre y destrucción en el que cabe destacar la figura errabunda de supervivientes judíos que habían sufrido desprecios y violencia de todos los grupos anteriores. No es exac- tamente el caso ucraniano pero son las mismas raíces. Y los mismos fantasmas. abuki es sinónimo de calidad desde que el chef Ricardo Sanz y su socio José Antonio Aparicio abrieron el primer restaurante con ese nombre en Madrid, en el año 2000. Lo hicieron con la idea de ofrecer cocina japonesa a modo de tapas españolas. Veintidós años y varios locales inaugurados en distintos puntos de España después, Kabuki llegó el pasado julio al sur de Gran Canaria , al hotel de lujo Lopesan Costa Meloneras, aunque en este caso Ricardo Sanz no está detrás del proyecto, tras desvincularse del grupo Kabuki en 2021. El establecimiento de la playa de Maspalo- mas ya disponía de un restaurante Nihao by Kabuki especializado en la cocina tep- panyaki. Ahora cuenta con el peso pesado Kabuki, bajo la batuta del cocinero gran ca- nario David Rivero , un viejo conocido de la casa, pues ha dirigido durante una década el Kabuki Abama de Tenerife, galardonado con una estrella Michelin. En su nuevo destino, Rivero ofrece platos japoneses, claro, pero emplea para ello materias primas locales, de kilómetro cero, en su usuzukuri de papa bonita y mojo verde y en la vieja en robata. Y no descuida, afortunadamente, otros bocados típicos de la marca, como los nigiris de huevo frito, de pez demantequilla y de hamburguesita. Por su- puesto, otro de los atractivos de Kabuki Gran Canaria es quemira al mar. El precio medio por comer a la carta asciende a 90 euros. EL RESTAURANTE EL LIBRO K E ANA FRANCO Periodista experta en lujo Kabuki se expande por las Canarias Fantasmas que reviven JULIO TRUJILLO Periodista y crítico literario EL PODER CAMBIA DE MANOS de Czeslaw Milosz Círculo de Lectores (1953) 236 páginas www.aeseg.es | 36 KABUKI C. Mar Mediterráneo, 1. Meloneras, Las Palmas.

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