REVISTA EN GENÉRICO NÚMERO 9
en genérico julio 2012 12 en genérico E l pasado 28 de mayo, Valentín Fuster , director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), fue protagonista del Foro España Innova y sus palabras, el modo que tuvo de elegirlas, me resultaron especialmen- te sutiles. Desde mi personal punto de vista, contenían una carga simbólica y una retórica mucho más profundas de lo que podría parecer a priori. En un análisis superficial, se diría que hizo lo que se esperaba de él. Hizo gala del carisma, la creatividad, la visión, el talante catali- zador de ideas y, por qué no decirlo, ese particular estilo de optimismo Made in USA que le ha permitido llegar adonde ha llegado, es decir, al liderazgo científico, evidentemente, pero también a ser un líder de opinión. Esta explicación de lo que es y transmite sirve de clave para entender el verdadero valor de lo que dijo el Doctor Fuster, un finísimo encaje de bolillos que le permi- tió, sin herir susceptibilidades, mostrar puertas abiertas a la esperanza y al tiempo poner sobre el tapete las miserias de la estrategia sociosanitaria y también económica de este país que nos ha tocado en suerte. Señaló que en este contexto histórico la prioridad debe ser evitar el despilfarro, pero espera que en dos años la I+D empiece a tener los presupuestos y la inversión que se merece; apuntó que España tiene algunos de los mejores ce- rebros que ha conocido jamás, pero hace falta poner el motor en marcha y dejar de ignorar a las jóvenes promesas, que son el futuro; afirmó que es insostenible tratar la enfermedad tal y como ahora se presenta (cara, ‘cronificable’, casi eterna), pero es necesario invertir en educación sanitaria; hizo hincapié en la necesidad de contar con la inversión privada, pero, a su juicio, el Ministerio de Sanidad debe tener iniciati- va… Una de cal y otra de arena, siempre. Esta permanente dicotomía me parece muy apropiada para definir lo que nos está tocando vivir en lo que al mundo sanitario se refiere: hay ideas, hay expec- tativas de futuro y, sin embargo, es com- plicado confiar en que nuestros políticos realmente estén dispuestos a alcanzar el tan anhelado y tantas veces abortado Pacto por la Sanidad , así, con mayúscu- las. No es fácil escapar de la sensación de que los recortes que se nos avecinan responden a criterios macroeconomi- cistas, tan poco capaces de detenerse a pensar en los seres humanos a los que afectan, entendidos tanto colectiva como individualmente, y tan cortoplacistas. Y dentro del mundo de la salud, hay un sector especialmente tocado por este pulso entre lo que podría llegar a ser y la cruda realidad de un entorno hostil: el sector del medicamento al que, además, le va como anillo al dedo una de las apreciaciones de Valentín Fuster: desde la doble perspectiva que le confiere repartir su tiempo entre Estados Unidos y España, observa que por estos lares gastamos mucho tiempo y mucha energía en la crítica, perdiéndolos para la creatividad. Hace ya algún tiempo, escuché decir a Carmen Peña , presidenta de la Organización Farmacéutica Colegial , que “éste no es un buenmomento para preguntar ¿qué hay de lomío?”. Pues bien, mi sensación es que, precisamente, cada una de las partes que componen este sec- tor está planteando constantemente esta pregunta, con y sin razón. Con razón porque tanto la industria farmacéutica innovadora como la de genéricos, la distribución y la farmacia comunitaria han sido especial- mente golpeadas por sucesivas medidas de contención del gasto centradas en la oferta, dudosamente respetuosas con la porción de tarta que, en buena ley, pertenece a cada cual. Y sin razón porque, finalmente, entre las partes se respira cierto aire de confrontación y unamás omenos evidente tendencia a pisar el terreno del prójimo. Por encima de todo, no obstante, aunque esté todo tan enmarañado, yo echaríamano del optimismo para destacar que el sector del medicamento contiene las herramien- tas del futuro de la sanidad española: la economía basada en el conocimiento, que ejemplifica la industria, y la promoción de la salud, en la que la oficina de farmacia puede jugar un papel capital. EMPRESA ¡Está todo tan enmarañado! Alexa Diéguez Directora Dinero y Salud “Es complicado confiar en que nuestros políticos realmente estén dispuestos a alcanzar el tan anhelado Pacto por la Sanidad” opinión
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