REVISTA EN GENÉRICO NÚMERO 34

INFORMACIÓN SANITARIA i hay algo que no ha cambiado en la profesión periodística a pesar de la pandemia por la COVID-19 es el foco donde debe estar siempre nuestro trabajo: las personas. Los periodistas especializados en salud hemos vuelto a poner de mani- fiesto la importancia de nuestra labor en los últimos veinte meses. Ante un virus desconocido al principio, que se extendía igual de rápido que las falsas noticias sobre él, la denominada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “infodemia masiva”, hemos trabajado por hacer llegar a los ciudadanos y ciudadanas una informa- ción veraz, fiable y que les ayudara a llevar de la mejor manera posible los momentos tan pesimistas y críticos que todos hemos vivido, y que nos han afectado personal, profesional o económicamente. Pero a veces esto no ha sido posible: hemos sufrido teorías sin comproba- ción científica, noticias falsas sobre la COVID-19, teorías negacionistas sobre los beneficios de las vacunas, se ha puesto en duda el trabajo de salud pública, hemos escuchado infinitas informaciones sobre las ventajas de una vacuna sobre otra, hemos sopor- tado aperturas de informativos con números y más números, con cifras abismales de fallecidos… Esta pandemia ha demostrado que una información veraz ayuda a su control y que las fake news , falacias y rumores contribuyen a aumentar la ignorancia de los ciudadanos, además de ser una amenaza para la salud pública. Hoy más que nunca, divulgadores y periodistas especializados en ciencia y salud debemos trabajar juntos, cada uno ocupando su lugar, con un fin común: que la información científica, la que habla de evidencia, llegue a la sociedad sin matices. Esto contribuirá a que crez- camos libres y sin miedos. Graziella Almendral , presidenta de la Aso- ciación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), asegura que «la ignorancia en cuestiones sanitarias lleva al periodista a asumir como cierta cualquier cosa que quieran hacerle creer al respecto, algo que no ocurre, por ejemplo, con la informa- ción política, en la que los periodistas sí pueden rebatir los argumentos que se les plantean puesto que tienen suficiente conocimiento sobre ellos». Y aboga por abordar dos retos. El primero, que haya más periodistas científico-sanitarios en los medios de comunicación, algo que se ha demostrado inexistente en estos meses. Y el segundo, que haya también más noticias sobre salud y ciencia en los informativos, por encima de la información política que es la que a día de hoy marca la agenda diaria. «No volveremos al modelo de antes, sino que optamos por uno mixto, presencial y de teletrabajo. Nos hemos abierto a otras fuentes de información con las que se puede contactar al otro extremo del mundo a través de Zoom y eso es bueno», opina Almendral. La dificultad existente para informar sobre el ámbito sanitario sin generar casos de alarma en la población, la cobertura de informaciones sobre epidemiología, la relevancia de tener conocimientos esta- dísticos básicos para la interpretación de datos, la adquisición de nociones jurídicas para analizar las publicaciones de los bole- tines oficiales, y la necesidad de descargar a la sanidad de asuntos partidistas son otros de los retos a los que nos hemos enfrentado y nos enfrentamos aún a día de hoy los periodistas especializados en ciencia y salud. Retos del periodismo especializado en salud S LAS FAKE NEWS , FALACIAS Y RUMORES CONTRIBUYEN A AUMENTAR LA IGNORANCIA DE LOS CIUDADANOS, ADEMÁS DE SER UNA AMENAZA PARA LA SALUD PÚBLICA EMMA PÉREZ-ROMERA Periodista especializada en salud en Twitter: @perezromera c omunicación www.aeseg.es | 24 NÚMERO 34 | NOVIEMBRE 2021

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