REVISTA EN GENÉRICO NÚMERO 35

TECNOLOGÍA esde dispositivos tecnológi- cos que ayudan a controlar los objetivos de salud, hasta historias clínicas electróni- cas que realizan un segui- miento del historial de los pacientes, las tecnologías digitales tienen el potencial de revolucionar las experiencias de atención sanitaria, tanto para los pacientes como para los profesionales. Según los datos de la última Encuesta de salud digital y sector farmacéutico 2021 de Accenture lo digital es, para España , una fortaleza. Nuestro país es uno de los líderes en salud digital. Un 75 por ciento de los españoles utilizó alguna tecnología digital para cubrir sus necesidades sanitarias en el último año. Ese porcentaje desciende al 65 por ciento el resto del mundo. Lo más llamativo no es sólo eso, sino que incluso aquellas personas que todavía no han pro- bado los servicios sanitarios digitalizados -como las citas virtuales, las apps de salud o las historias clínicas electrónicas- están abiertas a probarlos. Casi una quinta parte dice que confía en consultas virtuales para atender las necesidades de atención sanitaria graves, un porcentaje que se encuentra entre los más altos de todos los países encuestados. Este entusiasmo resulta fundamental para el futuro de la atención sanitaria, que debería aprovechar las tecnologías para aumentar la eficiencia y mejorar la satisfacción. Sin embargo, lo digital por sí mismo no puede mejorar la experiencia de la atención sanitaria, sino que tiene que ir de la mano de las personas y sus capacidades emo- cionales. La confianza, el apoyo empático y la claridad deben situarse en el centro de todos los esfuerzos a la hora de edificar el futuro de la atención sanitaria y todos los profesionales del ecosistema deben ase- gurarse de dar ese toque humano para que la experiencia del paciente sea totalmente positiva. El personal médico y farmacéutico ya cuenta con la confianza de la población española. Así pues, pueden aprovechar esta buena relación para impulsar la adopción de tecnologías digitales, haciendo hincapié en las ventajas y mejoras de salud que ofre- cen. De hecho, el factor que más animaría a la muestra española a utilizar tecnologías digitales para gestionar su salud es que se lo haya recomendado un profesional sanitario. Adicionalmente, establecer una confianza en la privacidad y seguridad de los datos es fundamental, ya que casi un tercio de los españoles asegura que esta confianza los haría más propensos a usar tecnología. CONFIANZA Aun así, ¿cómo se puede ampliar esta con- fianza a otros actores que ofrecen servicios sanitarios? La mayoría confía en la informa- ción que les proporcionan sus proveedores de atención sanitaria, pero este porcentaje disminuye si esa información proviene de las empresas farmacéuticas, aseguradoras o compañías tecnológicas. Estos actores han de afrontar el desafío de revertir esa postura, ya que la población está abierta a cambiar de opinión si ve medidas importan- tes, tales como reforzar la comunicación y la transparencia en torno a sus proce- sos, brindar protección a la privacidad y seguridad de los datos médicos privados y demostrar cómo la participación de estos proveedores en el ecosistema sanitario puede traducirse en mejores resultados sobre su salud. Un sistema de salud digital es posible. Los españoles están listos para explorar nuevas opciones que mejoren su experiencia como pacientes. Los servicios de atención sanitaria y todos los participantes en el ecosistema, como las farmacéuticas, han de evolucionar al ritmo que lo hacen las nuevas necesidades. Siempre a través de la tecnología, pero sin perder la comuni- cación, empatía y confianza que requieren los pacientes y sólo las personas pueden brindar. Un ecosistema de salud digital es posible D LOS SERVICIOS DE ATENCIÓN SANITARIA Y TODOS LOS PARTICIPANTES EN EL ECOSISTEMA DE SALUD HAN DE EVOLUCIONAR AL RITMO QUE LO HACEN LAS NUEVAS NECESIDADES NÚRIA SABATÉ Managing Director Responsable Industria Farmacéutica Accenture t ribuna www.aeseg.es | 21 NÚMERO 35 | ABRIL 2022

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