Valoración de AESEG sobre el Plan PROFARMA 2025-2026
Desde la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG), valoramos muy positivamente la aprobación del Plan PROFARMA 2025-2026. Agradecemos al Ministerio de Industria y al conjunto de instituciones implicadas su compromiso con el fortalecimiento del sector farmacéutico en España, un objetivo que compartimos plenamente desde nuestra asociación. Celebramos que el nuevo plan incorpore criterios que reflejan la realidad de la transición digital, tecnológica y medioambiental.
El Plan PROFARMA representa una herramienta estratégica clave para impulsar la competitividad industrial, la I+D+i y la producción en el ámbito farmacéutico. En esta edición, con una duración de dos años —en lugar de los cuatro habituales—, se hace aún más necesario actuar con agilidad y eficacia. La brevedad del periodo exige una evaluación rápida de los logros y una implementación ágil de las medidas que permitan maximizar su impacto.
Durante la presentación del Plan el 14 de julio en el Ministerio de Industria, desde AESEG trasladamos dos propuestas concretas para reforzar el alcance del programa.
En primer lugar, propusimos realizar un análisis de los datos publicados en ediciones anteriores para evaluar los logros alcanzados, identificar buenas prácticas y estudiar si es necesario reorientar algunos de sus ejes de actuación. El Plan PROFARMA, nacido en 1986 con el objetivo de incentivar la I+D, debe adaptarse al nuevo contexto. Hoy, España lidera la investigación clínica en Europa, pero enfrenta un reto creciente en la producción de medicamentos genéricos y principios activos. La Estrategia de la Industria Farmacéutica y diversos informes sectoriales alertan sobre la preocupante reducción de la fabricación en Europa. Esta tendencia ha generado problemas de desabastecimiento y tensiones en las cadenas de suministro, agravadas durante la pandemia. La crisis sanitaria evidenció la dependencia de terceros países, como China e India, para el abastecimiento de medicamentos esenciales. En este contexto, la prioridad estratégica ha cambiado: ahora se trata de asegurar la autonomía industrial y tecnológica de Europa.
En segundo lugar, consideramos necesario revisar los criterios de puntuación del programa. Aplaudimos las nuevas medidas como la inversión en el accionariado de PYMES biotecnológicas, que puede dinamizar el ecosistema industrial y fomentar la innovación y la investigación básica y preclínica. Sin embargo, el programa no ha incluido modificaciones en lo relativo a la producción nacional, que sigue representando en el comité técnico una puntuación máxima del 25% frente al 40% de la I+D+i. Proponemos un equilibrio de manera que las plantas que contribuyan significativamente a la autonomía estratégica puedan alcanzar la máxima calificación del plan —“Excelente”— y acceder así a los incentivos fiscales más favorables. Esta medida permitiría atraer inversiones en capacidad productiva, modernización tecnológica y sostenibilidad, y mitigar el impacto de medidas como los aranceles anunciados por EE. UU. sobre los medicamentos fabricados en España.
Por último, al igual que otras patronales, solicitamos la creación de un grupo de trabajo específico en el seno del Comité Mixto de la Estrategia de la Industria Farmacéutica, que permita un seguimiento técnico y continuo del desarrollo del plan.
Desde AESEG reiteramos nuestro compromiso con el diálogo constructivo y la colaboración público-privada como pilares fundamentales para el éxito del Plan PROFARMA. Confiamos en que las próximas fases del programa incorporen estas propuestas y sigan avanzando en la dirección adecuada para garantizar el acceso a medicamentos esenciales, fomentar la inversión y generar empleo de calidad en nuestro país.