Previous Page  12 / 28 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 12 / 28 Next Page
Page Background

en genérico

noviembre 2016

12

 en genérico

o

pinión

RELACIONES INSTITUCIONALES

El

lobby

y la sanidad pública

E

l sector sanitario y la sanidad de los

ciudadanos, junto con la protección

de nuestros mayores y nuestros

niños, son sin duda los compromisos

más importantes que nuestros líderes

y representantes políticos nos hacen en

cada legislatura. Esperamos de ellos que

nos garanticen los mejores tratamientos

para nuestras dolencias, al menor precio,

los últimos avances en tecnología

sanitaria y un sistema sanitario eficaz,

puntero y de calidad, sin listas de espera

y con máxima humanidad en el trato y el

tratamiento.

Para poder garantizar el cumplimiento de

estos compromisos con los ciudadanos,

las autoridades públicas deben trabajar

diariamente con una multitud de provee-

dores de medicamentos, especialistas,

médicos y pacientes. A ellos les correspon-

de hacer posible el buen funcionamiento

de nuestro sistema de salud pública, y

el tratamiento idóneo que necesitamos

cuando enfermamos. Corresponde a

las autoridades públicas establecer las

prioridades sanitarias, y sus correspon-

dientes políticas e iniciativas legislativas

y reglamentarias, que mejor se adaptan

a las necesidades y realidades sanitarias

del país.

Para poder llevar a cabo correctamen-

te esta labor, las autoridades públicas

basan sus decisiones en una informa-

ción continua, fehaciente y actualizada

sobre las posibilidades tecnológicas de la

medicina y la farmacia, las necesidades

de los pacientes, las capacidades de los

profesionales sanitarios y los límites de

los presupuestos generales del Estado.

No todo es posible, ni todo es asumible.

La eficacia en este proceso depende en

gran medida en la calidad de las relacio-

nes que las autoridades mantienen con

todos los interlocutores de cada rama de

la sanidad pública. Es esencial que exista

un diálogo fluido, dinámico y continuo

entre todas las partes para garantizar

que las autoridades tengan acceso a

toda la información necesaria sobre las

necesidades de los pacientes, las capaci-

dades de los profesionales sanitarios, los

avances en tecnología farmacológica, y

los precios de los medicamentos y los

productos sanitarios. Información que

permite la gestión de un sistema de

sanidad pública en máximo equilibrio y

una toma de decisiones políticas pon-

derada, equilibrada, sensata y realista.

Es en este punto dónde juegan un papel

importante, los “lobbyistas” o expertos

en relaciones institucionales y los gru-

pos de presión.

Existe en

España

un desconocimiento

generalizado acerca de la profesión del

lobby

y las relaciones institucionales, y

del papel de los grupos de presión, que

genera mucha confusión e incluso des-

confianza entre sus ciudadanos, empre-

sarios y autoridades públicas.

La práctica del

lobby

y de las relaciones

institucionales y las actividades de los

grupos de presión es la de participar en

la política en todas sus fases: discusión,

decisión, redacción y adopción legislativa.

Teniendo esto en cuenta, el desconoci-

miento y desconfianza del

lobby

se des-

vanecen rápidamente, al entender que es

un elemento esencial para la interlocu-

ción entre todos los actores implicados

en la adopción de las políticas y medidas

legislativas en general, y de las políticas

sanitarias en concreto.

Más concretamente, y dentro del sector

farmacéutico, el

lobby

tiene una valor

añadido muy elevado tanto para la

sociedad en su conjunto como para las

empresas farmacéuticas en particular.

Valor añadido que se produce gracias a la

intermediación que facilita el “lobbyista”

entre el sector farmacéutico (y sus patro-

nales), los pacientes (y sus asociaciones),

los profesionales sanitarios (y sus sindi-

catos y colegios) y las autoridades públi-

cas, que permite que estas puedan tomar

decisiones políticas y legislativas que

mejor combinan los intereses públicos

(los intereses de todos los ciudadanos)

con las exigencias de los pacientes, las ca-

pacidades de los profesionales sanitarios,

la oferta de las empresas farmacéuticas y

las limitaciones presupuestarias.

“Es esencial que exista un

diálogo fluido, dinámico

y continuo entre todas las

partes”

(1)AsociacióndeProfesionalesde lasRelaciones Institucionales.

Sebastián Mariz

Miembro de la Junta

Directiva de APRI

(1)

en Twitter: @Lobby_ES